De entre todas las promesas incumplidas del PP, puede que se nos haya pasado algún recurso literario, porque ganar empleo o perder trabajos parecen ser sinónimos para el PP. Para los que no se acuerden, aquel discurso en el que los populares prometían a los españoles generar 3 millones de puestos de trabajo han quedado obsoletos, porque la cosa ahora promete, y yo diría casi con suerte, cerrar la legislatura, o sea que hablamos de 2016, con medio millón de parados perdidos. Es decir, supongo, y sin cuentas claras, porque a los del PP también parecen gustarles las tinieblas, que serían medio millón más de españoles antes de que la economía entrase en recesión ya con Zapatero.
En todo caso, eso de que hayan utilizado el voto del ciudadano para decir que harán una cosa, y luego plantear la contraria, me parece como poco una falta de respeto, más aún cuando hablamos de empleo, y de que muchos españoles ya no saben como salir adelante. Me parece una cosa tan seria como que si un policía jura para defender al ciudadano y luego no corre tras el ladrón, o si un médico cambia la operación prometida al paciente sin consultar con éste y sin que ello le reporte mejoras, o simplemente un profesor que en lugar de enseñar a su alumno está ahí por estar, deberían de abandonar sus puestos pagados. Y lo mismo sería hablando de políticos. Aunque una vez más parece que los políticos se quedan fuera de ley.
Más info | El País