Coincidiendo con la huelga que paralizó media España, en la capital Europea, en Bruselas, se celebraba otra huelga, esta vez contra las medidas de los gobiernos europeos ante la crisis por la que está pasando el continente.
La huelga ha reunido a casi 100.000 personas que se han manifestado contra la austeridad de los gobiernos europeos para paliar la crisis. La Confederación Europea de Sindicatos ha llamado la atención para tomar nuevas rutas y evitar seguir con las medidas de los gobiernos europeos, que bajo su punto de vista, sólo generan más paro y menor crecimiento económico.
Bajo mi punto de vista, es una huelga con un objetivo claro: Llamar la atención de los gobiernos europeos ante la austeridad que están tomando, y las consecuencias de ésta en la economía del ciudadano de a pie. Sin embargo, y a pesar de que los sindicatos estén jugando el papel que les toca socialmente, los gobiernos, también lo están haciendo.
Cuando llegan tiempos de crisis, cuando el dinero no llega, las medidas que se toman son las de reducir beneficios, las que proclaman la austeridad. Y esto ha sido así siempre. Sino que se hace, ¿cómo se invierte más dinero público, si no lo hay? Si alguien descubriera la formula mágica, entonces todo sería coser y cantar, pero hasta ese entonces, creo que por muchas huelgas que se convoquen, la austeridad seguirá siendo la tónita habitual.
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