Parece que el líder de Podemos tiene una estrategia clara para llegar en 2015 con mucho poder y más fuerza aún en al congreso. Por lo visto se rumorea que Pablo Iglesias, podría haber decidido junto a su partido no presentarse a las municipales, al menos como Podemos. Esto quiere decir que para las elecciones municipales de mayo de 2015 se podría formar una coalición denominada Ganemos, con el fin de dar más importancia a las autonómicas, y coger fuerza para las generales.
Esta estrategia viene dada por varios motivos, uno sería, que como según han admitido ellos mismos, todavía la estructura del partido no está bien organizada, y no prevén que lo esté hasta finales de 2015. Esto es debido, a que la política de listas abiertas, congresos públicos y decisiones democráticas que gobiernan en Podemos, supone un descontrol que todavía tratan de paliar.
El otro motivo y más importante aún, es la estrategia electoral de cara a las generales, de momento saben que es difícil gobernar autonomías, pero sin embargo recalar en un Ayuntamiento no es tan descabellado, por lo tanto de momento no quieren tener esa responsabilidad pública, es decir, quieren llegar a las elecciones generales sin desgaste público por cualquier escándalo o mala noticia de sus localidades. Por eso prefieren escudarse en la coalición Ganemos, que estaría formada por grupos de izquierda como Equo, Podemos o Izquierda Unida, y de este modo aguantar los posibles chaparrones en los paraguas de otros.
En mi opinión, sobre este tema hay dos puntos de vista, y en ambos estoy de acuerdo. Por un lado no comprendo a Pablo Iglesias ya que resulta contradictorio, hablando de los principios de la gente de su partido y de su buen hacer político, y ahora tiene miedo a posibles escándalos públicos en ayuntamientos y no quiere entrar a gobernarlos. Y por otro lado lo comprendo desde el punto de vista estratégico, no hay nada en política como que no haya salido ningún escándalo tuyo para entrar con fuerza, y más conociendo como atacan determinados medios de comunicación a este partido y a su líder, y por lo tanto del mínimo fallo harían una montaña, y un revuelo mediático imposible de controlar.
