Resulta que e los EE.UU de América, ese Estado en el que la primera enmienda defiende a rajatabla la libertad de expresión, ese lugar del mundo en el que se puede cumplir el sueño americano, y que se presenta a sí mismo como uno de los mejores lugares para vivir, precisamente porque respeta a «casi todo», no le gustan los gays en su ejército.
Así, si se le pregunta a los americanos si quieren militares gays, la respuesta es negativamente rotunda; No, gracias. Esto es lo que parece ser cuando el Tribunal de la corte Suprema de los Estados Unidos rechazó la petición presentada por la Log Cabin Republicans y que pretendía eliminar la prohibición de l pentágono por la cual se prohibe a los hombre y mujeres que se declaran gays servir en el ejército.
Pero no se vayan a creer que estamos en Irán. Y que en los Estados Unidos no hay gays. Por supuesto que sí. Sin embargo al Pentágono le gustan más los que están callados. Es decir, que si quieres servir a la patria y formar parte del ejército de los Estados Unidos, y eres gay, simplemente no lo declares. Mantén la boquita cerrada, y estás dentro. Hipocresía política
Noticia | El Mundo
Foto | Juventud Gay Nacional