La frase «Maten rápido a ese hijo de puta del Correa» es la portada de muchos medios de comunicación a nivel internacional. Es sólo una de las muchas frases que se han registrado en la radio de la Policía Nacional de Ecuador.
La verdad es que la cosa al menos es grave. Grave porque se trata de un ataque de las fuerzas armadas al poder democrático. Grave porque se está hablando de la vida de una persona, o mejor dicho, de la vida de un personaje público, de un presidente nacional.
Los golpes de estado nunca han traído nada bueno. Es cierto que la política de Latinoamérica se está volviendo incluso totalitaria y la democracia se ve muchas veces mermadas pro reformas absurdas tomadas por sus presidentes, pero un golpe de estado, o un asesinato, no son las mejores opciones. La toma del poder por la fuerza puede desencadenar episodios mucho peores y hacer que la situación empeore todavía.
Notica | El Mundo