Como si entre una república bananera y un país en el que la ley solo se aplica a los pobres, Bankia exige al gobierno casi 20 millones de euros más de los que ya se le dieron. Mientras tanto, los políticos hacen como si aquello fuese normal y sucediese a diario en medio mundo. La prensa extranjera se escandaliza de España y España se levanta aletargada por la pitada del Calderón. Esa es la crónica que podríamos decir de hoy sábado, y de la que cualquier español, sea o no nacionalista porque eso son solo cortinas de humo debería preguntarse que es lo que nos pasa, porque con tanto cuento chino no vamos a ningún lado.
Por si fuese poco, y como si bastase, la cúpula de Bankia se renueva, con otras caras de muchos millones y con caras viejas a las que no les ocurre nada más que llevarse una buena tajada del dinero de los españoles e irse tan contentos. Y claro, es verdad que esto siempre ha pasado, porque a la clase política le han preocupado siempre más los enchufismos que contratar a gente que valga la pena, pero en tiempos de crisis, y perdonen la palabra, como que jode aún más.
Pero el que crea que aprendimos la lección y que no volvemos a caer en la misma piedra, que espere sentado por las medidas de crédito a familias o suspensión de desahucios, que igual como las preferentes, en 9999. Nunca se sabe. Por lo de pronto, el enchufismo, se confirma. El marido de Cospedal se va a las eléctricas. Y aquí no ha pasado nada. Solo se preocupan por nosotros y por la crisis. O eso dicen…
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