En pleno siglo XXI, una empresa de la localidad sevillana de Morón de la Frontera se niega a contratar mujeres porque dice que no tiene vestuario femenino y que, además, no quiere pagar su construcción. Esta empresa, que es la concesionaria del servicio de limpieza del Ayuntamiento de este municipio de 28.000 habitantes, se defiende asimismo recordando que sus instalaciones están muy obsoletas y no permiten una reforma para construir un vestuario para mujeres.
Pero las mujeres no son tontas, no les engañan y también tienen sus propios argumentos para defender su contratación. Lo primero y más importante, están en paro y, lo segundo, pueden acudir al puesto de trabajo con el uniforme ya puesto y marcharse a casa de la misma forma, como hacen muchos de los hombres que trabajan en esta empresa. Vamos, que lo de los vestuarios es una excusa barata y no un problema ni un obstáculo real para contratarlas.
Al margen de excusas, el responsable de esta empresa se lava las manos y echa balones fuera, pasándole la pelota al Ayuntamiento y diciendo que si el Consistorio no aprueba este cambio en las instalaciones él no puede hacer nada. Pero eso no le ha servido, porque el alcalde, del Partido Popular, le ha respondido que si hace falta instalan ahora mismo un vestuario portátil.
Paradójicamente, sólo una mujer trabaja en esta empresa de limpiezas, y es la encargada de limpiar el vestuario masculino. Confiemos en que con la presión social y mediática esta empresa entre en razón y contrate a mujeres. Porque es machista, ridículo, absurdo y anticuado no querer que en la empresa haya trabajadoras sólo por la falta de vestuarios.
Fuente | Público