Ayer se intentó jugar un partido de clasificación entre Italia y Serbia. No es que el fútbol tenga nada que ver con la política, pero eso fue lo que hicieron ayer los ultraderechistas serbios que impidieron que se jugara el partido. Mezclar política y consignas contra la independencia de Kosovo, quemar banderas albanesas o corear himnos en contra de Europa no es dar una buena imagen del país.
La preparación de Serbia para entrar en la UE
Es verdad que Serbia está haciendo una gran labor para integrarse en la Unión Europea. Es verdad que las cosas han cambiado mucho. Es verdad que las heridas de guerras pasadas hay que cerrarlas. Y también es cierto que a veces, unos cuantos hacen mucho ruido y arruinan la imagen de todo un país. Y es verdad que por esos cuantos no se puede juzgar a toda una nación, pero la imagen que ayer tuvo el mundo del antigua república yugoslava fue pésima.
Por otro lado, desde Serbia, el ministro de exteriores serbio, Vuk Jeremic se disculpó con Italia y declaró que todo era fruto de un complot organizado por grupos ultraderechistas que pretenden boicotear el acercamiento de Serbia a la Unión Europea. Por su parte, el ministro de exteriores italiano declaró que Serbia es víctima de grupos criminales.
La ultraderecha en Serbia
Serbia fue ya objeto de nuestros comentarios en un post anterior. Y lo cierto es que el gobierno había actuado bien en aquel momento. Y nos alegramos desde aquí por tal hecho.
Lo cierto es que Serbia debe resolver sus problemas internos y controlar a ese ultraderechismo desquiciado que no le llevará a ningún buen lugar, aunque todo hay que decirlo, por ahora no lo está haciendo nada mal. Sólo le queda aceptar la secesión de Kosovo, para por fin conseguir eliminar del todo las huellas que quedan de la antigua Yugoslavia y poder entrar en un nuevo período, en el período de una Serbia Europea.
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