El otro día viendo un programa de TV me sorprendió que en Suecia, los partidos políticos, una vez subió la extrema derecha al parlamento, hiciesen autocrítica, y se planteasen las culpas propias por lo que aquello había pasado. En realidad no me sorprendió tanto porque no crea que eso no es lo correcto, si no porque en España, vivimos en una verdadera república bananera en cuestión de responsabilidades, la política busca simplemente culpar a la oposición o al gobierno de lo que se ha hecho mal, y no se replantean los errores propios. Porque por ejemplo, en educación o en justicia, tanto PP como PSOE hicieron lo suyo y cada cual peor.
Pero bueno, ese no es exactamente el tema de hoy, aunque podríamos sacar a diario un ejemplo de la caza del culpable. Y cuando no hay a quien echarle la culpa, o la culpa no soluciona el problema, la llevan los ciudadanos. Así, desde Cataluña, CiU está convencido de que el copago sanitario es la mejor opción y ahora de que obligar a cambiar de destino a los funcionarios es lo más justo.
Y parece que en lugar de mirar a Suecia, miramos hacia Cuba, porque quien se plantee lo de trasladar de forma forzosa a cualquier funcionario, debería pensar que el trabajador tiene familia, y puede que su familia también trabaje y que sus hijos vivan en una ciudad concreta con las raíces que ello conlleva. Pero eso está muy bien defenderlo en tiempos de gloria, y cuando viene la crisis, con tal de no tocar privilegios políticos, en este país se hace de todo. Incluso pasar por encima del ciudadano. Y eso que no me fío un pelo de los sindicatos, pero no se puede irse a los extremos…