Tal y como está España, al gobierno no le basta con buscar más multas por todos los sectores. Hay que hacer algo más. Porque si no el riesgo electoral aumenta. Así Zapatero ha pasado de su gobierno permisivo a una restricción casi absoluta. Ahora, la nueva medida llega por parte del Ministerio de Trabajo, que aprueba una nueva moratoria que prohibe a los rumanos obtener la residencia en España si no tienen un trabajo, es más los rumanos que lleguen a partir de ahora a nuestro país, necesitarán del permiso de trabajo para quedarse.
Un permiso de trabajo que España no es la única en aplicar. Es más, el problema de Rumanía no ha sido otro que la UE se apresuró. Se apresuró a admitir una candidatura para la cual el país aún no estaba preparado. Pero claro, pensar que un mercado virgen como lo era Rumanía para la entrada de todo lo que Europa produce era demasiado interesante para dejarlo pasar. Y así, nos hemos metido en el error más grande de la historia. Y ahora no solo sufrimos las consecuencias, si no que hacemos una especie de europeos de primera y de segunda. Porque las palabras de Valeriano Gómez, me han parecido en ese sentido gravísimas: «»no tendrá en cuenta la situación nacional de empleo, a diferencia de lo que ocurre con los ciudadanos extracomunitarios», que deben contar con un contrato previo, si quieren vivir en nuestro país, sujeto al Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura. «Sigue siendo una situación de mejor trato y posición». Y luego se definen de izquierdas.
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