A sólo dos días de la huelga general, Zapatero parece haber finalmente admitido el problema. Desde Zaragoza, ha admitido que la reforma laboral no se mueve, es un tema que ya se ha hablado y no hay nada más que hacer con respecto a ella. Sin embargo ha llamado la atención a los sindicatos para que busquen medidas al paro juvenil y también ha dicho que tras la huelga seguirá buscando el consenso con la patronal y con los sindicatos.
Un consenso que ninguno de los partidos políticos que han gobernado España ha buscado tras una huelga general, pero que Zapatero con su talante está decidido a hacer.
En las declaraciones que ha hecho desde Zaragoza, ha afirmado que uno de los principales pilares de la lucha contra la crisis española será precisamente la reforma laboral. Una reforma necesaria que, ha comparado con la que hizo Felipe González en 1985 y ha añadido: «fue muy criticada, pero logró ampliar y extender el sistema hasta hoy, un sistema sólido y una Seguridad Social con buena salud que también contó con muchas protestas». Después añadió: «Luego la gente te lo valora y agradece».
En fin, hasta lo de la reforma laboral estaba de acuerdo. Pero ahora que nos tomen por tontos, no. Claro que a los ciudadanos no les gusta pensar que tendrán que trabajar más. Ni que tienen que conformarse con contratos basura. Eso no significa que no entiendan que las medidas se tienen que tomar. Pero claro, si yo fuese presidenta del gobierno también vería una reforma laboral como una panacea, cuando a mí se me garantiza un sueldo casi de por vida. Las medidas dependen del lado desde dónde se miren.
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