Los miedos de Murabak a quedarse sin su silla

A veces el poder resulta a llegar a ser tan asqueroso, que algunos políticos hacen lo que sea para mantenerse. Estoy hablando del caso de Murabak, y del gobierno en Egipto. Tras tantos años de una falsa democracia, que no permitía a sus ciudadanos vivir en libertad, Murabak hizo con el país lo que le pareció oportuno, sin atender ni a una sola queja de sus ciudadanos, llenándose los bolsillos de oro, mientras la pobreza consumía su población.

Pero llega un punto en el que la población se cansa. Dependiendo del clima políticos del país, de las tendencias mundiales, y del nivel de dictadura al que la gente está sometida, junto con la cultura del pueblo; llega un moneto en el que la revuelta llega; y una vez que llega la revuelta a los políticos le entra el miedo. En el caso de Egipto, los medios de Murabak, son a quedarse sin su silla; en el caso de Túnez han sido a ser encarcelado, y en tantos otros casos, otros tantos miedos referidos al poder. Un poder político que debería estar regulado. Debería estar regulado como lo están otros tantos, porque los políticos una vez que entran al poder no saben como dejarlo. No saben que han de hacer para mantenerse en su silla. Y es que debería de existir una ley mundial en la que ningún gobierno pudiese permanecer más de dos mandatos de al máximo 5 o 6 años, dependiendo de los países. Así, la mitad d elos problemas de muchos países, sobre todo los de líderes revolucionarios, que solo aportan miseria a los pueblos, desaparecerían.