La polémica generada por la nueva limitación de velocidad en las autopistas españolas a 110 km/hora, ha destado manifestaciones ayer en la capital de España. Sin embargo, hoy no quiero hablar de protestas, ni siquiera de las movilizaciones en contra de la ley de limitación de velocidad. Hoy quiero analizar el papel del Estado. Porque actualmente el ejecutivo que lidera Zapatero, se ha pasado de la raya. Juega a un juego poco democrático, prometiendo lo incumplible y legislando sin escuchar al ciudadano de a pie.
No es solo la limitación a 110 km/hora, son tantas otras cosas. Y a ello, sumado que aquí del empleo parece olvidarse el señor Zapatero, España grita ¡Basta! Y yo solo espero que ese basta se oiga por allá por mayo, cuando los socialistas se echen las manos a la cabeza.
Y volviendo a la limitación de la velocidad, os voy a dejar una tabla, que tomé de este blog, en la que se analizan las nuevas sanciones, las cuales han subido considerablemente con respecto a antes de que entrase en vigor la medida de los 110 km/hora. Y es que cuando hablamos de límites de velocidad, y cuando el Estado es el mayor ladrón entonces a la ciudadanía no le queda otra que responder en las urnas.
