La ley antitabaco y las repercusiones en el turismo

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Parece que a nadie se le ha encendido bien la bombilla cuando se aprobó la ley antitabaco. A ninguno de los políticos se les ocurrió pensar las repercusiones en el turismo que tendría la famosa ley antitabaco. En España había dos burbujas, la construcción, que ya se fue a Dios sabe donde, y el turismo. La segunda, venía maltratada por una crisis económica a nivel europeo, causada en principio por la falta de liquidez de nuestros vecinos. Pero aún así, íbamos sobreviviendo. Gracias a eso de lo que muchas veces los españoles nos quejamos, la imagen que da España. España, para los extranjeros es sol, playa, y fiesta, mucha fiesta hasta las tantas. Pero claro, socialmente, por mucho que nos guste negarlo, la fiesta está unida al alcohol y al tabaco; y muchos europeos vienen precisamente a buscar un desfase, que por ahora, solo nuestro país podía ofrecer. Claro que la competencia que empieza a surgir es dura, capitales como Budapest, Praga o Bratislava, ofrecen bajos precios, grandes fiestas, y menos prohibiciones con respecto al tabaco. En ámbito mediterráneo, tenemos al próximo candidato a la U.E; Croacia, la cual ofrece paisajes maravillosos, y permisividad.

Entonces, si España vive de un turismo, al cual el tabaco está realmente apegado, y nosotros hacemos una ley para cargarnoslo, entonces luego no se quejen de las consecuencias. Por allá por marzo, cuando vean a cientos de desempleados del sector hostelería, cuando vean como pubs y discotecas cierran sus puertas, cuando vean, dentro de unos años, como Ibiza, Canarias o la costa de Valencia ya no son lo que eran; no se echen las manos a la cabeza. Porque está muy bien proteger a los no fumadores, porque está muy bien velar por la sanidad, pero también está muy bien velar por la economía, y la nuestra vive del turismo, sino fíjese en el rango de bares que hay en España, en comparación con otros países europeos. Y echen cuentas. Y luego no me digan que la ley es justa, porque solo lo es para hacer que muchos se vayan a la calle, que otros tantos cierren, y que perdamos lo poco que nos queda. Si los legisladores hubieran pensado un poco, no mucho, no vaya a ser que se queden sin neuronas, habrían visto lo que yo, y ley antitabaco sí, pero no esta pacotilla que nos quieren vender, donde parece que lso fumadores somos ahora delincuentes. Delincuentes si, pero potenciados por un estado que nos vende el arma del delito. ¡Qué país!