La calle habla de la ley antitabaco

fumar

Primer día que ya no se puede fumar. A día 2 de enero de 2010, las calles estaban repletas de fumadores que se atrincheraban en las puertas para poder fumarse su cigarrito. Y lo cierto es que la pasividad no era la regla de turno de día de hoy. La gente estaba enfadada. Muy enfadada. Los comentarios que escuché durante toda la mañana hablaban de derechos. Hablaban de derechos que se niegan, mientras el cinismo político pretende vendernos que es por el bien de todos. El bien común no es aislar, y considerar casi como delicuentes a aquellos que fuman. A aquellos que día tras día llenan las arcas del estado. Porque ahora resulta que en nuestro país, el ciudadano corriente pasa a ser un delincuente, y al delincuente común hay que cuidarle sus derechos.

La calle habla de ley antitabaco. Y la calle alza la voz en contra de Zapatero, porque ha sido él el artífice de todo esto. Y claro, como hoy escuchaba «¿Por qué en las cárceles se puede fumar y yo en el bar de siempre no puedo?» o «¿Por qué no dejan los que ya eran espacios reservados para los fumadores, como se hace en todo el mundo? ¿Acaso somos unos apestados o otros que decían «Ese Zapatero no tiene ni idea. Está más que acabado». Y yo a mi misma me pregunto ¿Acaso no hay un modo de conciliar, los derechos de los fumadores en su día a día, con aquellos que no son fumadores? ¿Acaso no se puede pensar en todos? ¿O el gobierno se ha decantado por lo fácil? Lo fácil, de prohibir todo, mientras las arcas se siguen llenando, y de paso, tenemos más motivos para multar.