La justicia existe. Sí existe. Pero el problema es que es lenta. Demasiado diría. Basta un segundo para destruir la vida de alguien, y se necesitan años para restituirle los que son sus derechos. Hoy les hablo de una noticia internacional que por fin ha puesto al señor presidente de Venezuela en su sitio. Porque hasta ahora inabilitar políticos de la oposición que pudiesen plantarle cara era casi una tarea diaria. Sin embargo, no hay mal que por bien no venga, y la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha dado su sentencia en la que resuelve que el candidato Leopoldo López Arias había sido violado de sus derechos a ser elegido libremente por los ciudadanos.
Esto es solo el principio de un revuelto que se ha creado. Porque con la sentencia en mano, serán muchos los líderes políticos venezolanos que verán la luz al final del túnel para ver como quizás ahora pueden volver a la política, con unas elecciones generales a la presidencia en octubre de 2012. Sin duda, la sentencia llega tarde, porque van tres años desde que comenzarán los trámites, pero llega justo a tiempo para permitirle a un político que he seguido en redes sociales viendo como se movía por todo el país haciendo cosas y sembrando la esperanza. Y que ha abierto nuevas puertas a aquellos que habían visto como una dictadura vestida de democracia de color rojo les había dejado fuera de juego.
Se puede decir que han ganado lo buenos. Al menos esta batalla. Porque la guerra está todavía recién empezada. Y la batalla final será en octubre de 2012. Y esperemos que se quede solo en las urnas.
Noticia | La Razón
