Parece que Grecia, y sobre todo los griegos ya están cansado de tantas imposiciones. El poder político ha hecho que el país este hoy donde esté, y ¿quién lo paga? Su presidente, ¡no!, faltaría más, serán los millones de griegos a pagar con sus impuestos una crisis de la que son víctimas. Pero bueno, eso no es lo que parece importar, ahora lo fundamental es tener el apoyo de Bruxelas, y además de eso, dar, al menos en forma de imagen internacional un clima de calma política en el país. Y eso es lo que pide el presidente griego, aunque no se si obtendrá demasiado éxito
