A pesar de que Tomás Gómez tras haber ganado haya tendido la mano a su partido el PSOE, e incluso a Trinidad Jiménez, la que fue su gran oposición en estas primarias, lo cierto es que el gran perdedor que se percibe es el señor Zapatero, por mucho que Leire Pajín haya salido hoy a defenderle.
Bajo mi punto de vista, cuando alguien impulsa la candidatura de un político, si dicho político pierde, quién la impulsó al menos en cuanto a credibilidad también. Y teniendo en cuenta que éstas eran unas elecciones internas, dentro del PSOE y que Trinidad Jiménez era la candidata del «si señor Zapatero» y Tomás Gómez el más crítico, está más que claro, para aquel que lo quiera ver que hasta cierto punto el gran perdedor de estas primarias ha sido Zapatero. Al fin y al cabo, Trinidad sigue teniendo su puesto en el ejecutivo, pero para el líder político, el resultado no ha sido tan suave.