La pelea en España se lleva a cabo en un campo de batalla un tanto desigual. Por un lado tenemos a un gobierno que si bien está recién llegado a la Moncloa, ha venido pisando fuerte y cambiando las cosas desde el principio. Por el otro tenemos a los sindicatos, que siempre se han vendido como los buenos de la película pero que llevan 8 años defraudando a España y que ahora van de mártires, exigiendo una reforma laboral más justa.
Por mi parte y en cuanto a lo que me toca, me da la impresión que ni unos ni otros están hablando de la reforma laboral. El PP, porque aunque Soraya tenga un fuerte carácter, aún no ha sabido explicarnos que tiene que ver que se abarate el despido con que crezca el empleo, porque ese era el fin último del plan. ¿O acaso han cambiado desde que nos pidieron el voto en las elecciones?
Por la parte correspondiente a los sindicatos, lo que está claro es que no se puede ir y venir según vaya el viento. O se defiende al trabajador o no se defiende. Y que las leyes estén hechas a medida de los sindicatos ya se ha visto que no ayuda a frenar el paro, y si no que se lo pregunten al ejecutivo de ZP, que en casi 8 años ha visto solo una huelga que por cierto no servía para nada y ha tenido que desembolsar muchos millones a unos sindicatos que no movieron ni una uña por sus representados.
Por eso a este punto que el gobierno ataque a los sindicatos, pero ofrece diálogo con la reforma laboral me parece lo más correcto. Pero no se preocupen señores del PP que se salvan solo por la hipocresía de los sindicatos, quizás dentro de un año, ya no sea tan benévola con ustedes, veremos lo que hacen hasta entonces.
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