En otra cosa no, pero en eso de recortar, a golpe de crisis en España nos hemos vuelto unos expertos. Y si ya los funcionarios estatales vieron como sus nóminas se reducían, ahora es hora de ir poniendo a los de las comunidades en sus sitios. Pero no se preocupen, que a los de la clase política no les llega la crisis, eso va a ser solo a los que hicieron el examen de oposición. Así, la siguiente en apuntarse a eso de cortar la tarta va a ser la Generalitat, que va a reducir el 3% a sus empleados públicos.
Sin embargo, para que parezca menos doloroso, y usando las tácticas de las multinacionales a las que ellos mismos, los políticos nos han echo criticar por su «escaso apoyo al trabajador», lo que harán no será quitarles ese 3% del mes, si no darle un buen tijeretazo a la paga extra de junio, la cual se reducirá en hasta un 50%. Vamos que adiós vacaciones de la mayoría de los funcionarios de la Generalitat.
Vamos que eso de que los trabajadores tengan derechos está muy bien exigirlo, siempre que no sean los nuestros que ahí nos toca pagar a nosotros ¿verdad? Pues ahora que la cosa se ha vuelto tan retorcida, parece que el Estado empieza, y solo empieza a entender el esfuerzo de las pequeñas empresas, y la cantidad de despidos que se están produciendo. Porque si la empresa no gana, el empleado tampoco, y ese concepto parece que no acaba de arraigar en España; un país en el que parece que el trabajador tiene que cobrar por entrar y salir a una hora, sin importar lo que haga en el trabajo. Y creo que sería un buen momento para cambiar el vicioso sistema en el que nos hemos metido, y empezar a trabajar por objetivos, algo que el que trabaja lo va a agradecer porque ganará mucho más con menos horas, y el vago, mejor que se quede en su casa…
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