Cuando estaba en Italia, no hacía otra cosa que criticar lo que los italianos llamaban su TV y a que a mi me parecía un circo de como poner a la justicia en el ojo de mira de los ciudadanos. Y es que en los telediarios, más que noticias, lo que salían eran periodistas juzgando la posibilidad de que el que mató a no sé quien, o estafó a no sé cual fuese o no culpable, sin tener en cuenta ni al Estado de Derecho, ni a las reglas del juego del juzgado. Y muy a mi pesar, ahora recién vuelta a España me he dado cuenta de que la televisión nuestra ha avanzado exactamente en el mismo sentido. Y con un inciso de preguntarme si Mediaset y el circo de Berlusconi, porque ahí de circo también hay mucho, tienen que ver con esto, me pregunto hasta donde hemos llegado.
Garzón, Marta del Castillo y Ruíz Mateos, sin querer comparaciones que me resultan evidentemente odiosas, son los temas del momento, de lo que todos los españoles hablamos. Y aunque el único caso que veo injusto sea el de la pobre chica que aún no ha visto la verdadera justicia, lo cierto es que me parece que estamos llegando demasiado lejos. Cada cosa es para lo que es, y la spuertas de un juzgado deberían quedar cerradas salvo excepciones muy contadas, lo que eliminaría además de toda la telebasura que tanto ocupa nuestras pantallas como cuando un familiar del Cuco se fue a cobrar por caja por salir en la televisión. Llegamos a pagar a los criminales por la audiencia, llegamos a hacer de abogados del diablo por una cuota de share, y al final, la justicia en este país no es más que un circo que no vale nada.
Dejando ese caso de lado, a Garzón hacia el que no siento especial empatía se le quiere sacar del medio, y para ello se usa a la justicia. Y con Ruíz Mateos más de lo mismo, otro ultramillonario que va a salir del paso como puede. Y así entre tanto asesino que no paga, jueces que odian a otros jueces, y listillos que se salen con las manos lavadas, ya no hay quien cree en el Sistema Judicial, y por extensión en el Sistema Español. Y como siempre, así nos va…