Un empleado ecuatoriano sin papeles de una empresa de Vilassar de Mar (Barcelona) perdió el pasado 12 de enero la mano en un accidente laboral. Había perdido su permiso de residencia y, por lo tanto, también sus papeles de trabajo. Por eso llevaba un año y medio trabajando sin contrato y, por supuesto, también sin Seguridad Social.
¿Y qué hizo su jefe cuando ocurrió el accidente? Abandonar a su empleado en la puerta de un hospital de Mataró después de obligarle a quitarse la ropa de trabajo y después de asegurar en el centro médico que se lo había encontrado en la calle en ese estado.
Por si no fuera suficiente, el empresario obligó a su empleado a mentir en el hospital y a asegurar que había tenido un accidente pescando en el espigón y que una piedra le había caído encima de la mano, destrozándosela.
Ahora el propietario y el encargado de esta empresa han sido acusados. El primero de delitos contra los trabajadores, omisión del deber de socorro y obstrucción a la justicia y el segundo de omisión del deber de socorro y encubrimiento. Ambos están en libertad, a la espera de que el juez les cite.
Es muy triste, lamentable y reprochable que un empresario tenga a su cargo trabajadores sin contrato, trabajando de manera irregular, sin papeles y sin Seguridad Social y todo por ahorrarse un dinero. Pero todavía más criticable es que alguien sea capaz de abandonar a una persona de esta forma solo porque no se descubra su trampa.
El empleado asegura que le cuesta dormir, que tiene miedo de que su hija se asuste al verle sin mano, que se ha planteado volver a su país, Ecuador, y que solo quiere olvidarse de todo y que la justicia actue. ¿Y el empresario, podrá dormir tranquilo todas las noches? Yo, desde luego, no podría, pero ya se sabe que hay gente para todo.
Fuente | El País