Analistas dijeron que el hecho de que el centroderecha haya perdido la mayoría absoluta en el Parlamento perturbaría a los inversores y podría provocar una abrupta caída en la corona frente al euro, y su cotización se resentía en las primeras horas del lunes.
«Una situación de incertidumbre parlamentaria siempre es negativa para la moneda, pero el mercado vuelve con rapidez a centrarse en otras cosas», dijo el analista del Handelsbanken Claes Mahlen.
«No creo que el panorama de Suecia vaya a cambiar drásticamente», dijo.
Un recuento preliminar mostró que la coalición de Reinfeldt obtuvo 172 asientos en el Parlamento de 349 miembros, en tanto que los Demócratas Suecos Anti-Islam lograron 20 escaños.
La oposición de centroizquierda, los socialdemócratas, consiguió 157 puestos.
«Si ese resultado se mantiene tendremos un escenario que la mayor parte de votantes suecos quisieron evitar, que es tener a un partido xenófobo que sostenga el equilibrio de poder», dijo Ulf Bjereld, politólogo de la Universidad de Gothenburg.
Los periódicos suecos dijeron que las elecciones supondrían un drástico cambio en una nación conocida por su tolerancia y sus políticas liberales.
«Es lunes por la mañana y hora de que los suecos encuentren una nueva imagen», escribió el diario Svenska Dagbladet.
«Un gobierno de centroderecha sin una mayoría absoluta, una debilitada socialdemocracia y un partido con raíces en el ultraderecha con la clave del equilibrio de poder».
El diario Dagenx Nyheter se centró en las dificultades políticas que generarán la pérdida de la mayoría para el gobierno. «Una difícil situación espera», decía un titular.
Reinfeldt, que prometió en su campaña más recortes de impuestos, dijo que estaba preparado para liderar un Gobierno de minoría pero repitió el domingo que podría hacer una aproximación al opositor Partido Verde para lograr apoyos.
«Hemos dicho que el bloque más grande debe gobernar y ese es la Alianza», dijo a los seguidos en la noche electoral, rechazando cualquier cooperación con la extrema derecha de los Demócratas Suecos.
Pero la reacción del Partido Verde fue fría.
«En la actual situación continuamos con la cooperación rojo-verde», dijo la líder del Partido Verde Maria Wetterstrand, refiriéndose a la alianza con la oposición socialdemócrata.
Reinfeldt se ha beneficiado de una de las mejores recuperaciones económicas de Europa, junto con buenas finanzas públicas y reducciones de impuestos realizadas en los últimos cuatro años.
En las elecciones, los votantes han elegido entre el modelo de Reinfeldt de un débil Estado del bienestar con más recortes de impuestos y privatizaciones, y una plataforma de la oposición que quería que los ricos paguen más para financiar colegios, hospitales y centros de mayores.
Los socialdemócratas han tenido su peor resultado en casi 100 años, con los votantes aparentemente apoyando las reformas del bienestar y los recortes de impuestos impulsados por la Alianza del Partido Moderado de Reinfeldt, los Liberales, el Centrodemócratas y los Demócratacristianos.
ÉXITO ULTRA
La gran noticia de la noche fue la entrada en el Parlamento de los Demócratas Suecos anti-inmigración.
El aumento del apoyo al partido de ultraderecha se produjo después de apartarse de sus raíces ‘skinhead’ y refleja el incremento del respaldo a este tipo de partidos en toda Europa.
Los Demócratas Suecos niegan ser racistas, pero los mayores partidos descartaron la posibilidad de cooperar con ellos.
Analistas dice que el partido ha encontrado apoyo entre los desempleados, cuyo número ha aumentado durante la crisis económica global. Tiene una base fuerte en el sur de Suecia, donde el número de inmigrantes es mayor que la media nacional.
El experto de la Universidad Umea Svante Ersson dijo que los votantes de los Demócratas Suecos son generalmente jóvenes varones que se sienten ignorados por la sociedad.
«No tienen necesariamente que ser xenófobos: puede ser una manera de expresar su rechazo al poder establecido», dijo Ersson.
Los Demócratas Suecos se han inspirado en el éxito del Partido del Pueblo en la vecina Dinamarca que da un apoyo parlamentario vital al Gobierno danés.
El partido quiere restringir la inmigración y critica al Islam y a los musulmanes a los que no considera suecos.
Los inmigrantes son el 14 por ciento de la población sueca, por encima del 12,4 por ciento de media del norte de Europa, según datos de Naciones Unidas.