Si bien hemos dicho en varias ocasiones que la clase política últimamente en España no está demasiado bien valorada, y los ciudadanos sienten que sus espectativas no se ven cumplidas, el último informe de la democracia en España anuncia que parece que las cosas no van tan mal. Es más, en la puntuación general, sale un 5,9 de nota media, que para los tiempos que corren, en realidad no parece ser objeto de desilusión.
Si con los datos en la mano, probásemos a ver que es lo que nos falta para llegar al 10, yo propondría particularmente 3 claves, aunque evidentemente esto es una cuestión personal porque de seguro que muchos de ustedes lo ven de un modo diferente. Con este fin, quedan abiertos los comentarios:
1.- Corrupción política en los grandes partidos, que tras las elecciones municipales ha quedado claro que parece que ni unos ni otros, pretenden hacer grandes esfuerzos por eliminarlos de las filas.
2.- ETA y las instituciones: mientras BILDU se hace con el poder en el País Vasco, una gran mayoría de los españoles se preguntan, tras las varias provocaciones del partido, como hemos permitido que en el juego de la democracia entrase ETA.
3.- Ineficacia del poder político para resolver los problemas de los ciudadanos.
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