Aunque Berlusconi seguía irradiando su habitual confianza durante el fin de semana, algunos comentaristas dijeron que la ruptura con el presidente de la Cámara baja, Gianfranco Fini, era demasiado drástica como para obviarse.
La mayoría espera una caída del Gobierno después de las vacaciones de agosto, seguida de elecciones anticipadas a finales de otoño o un Gobierno provisional que dirija al país hasta la celebración de comicios en primavera.
El lunes, líderes de la Cámara baja se reunirán para decidir cuándo se celebrará la votación sobre la moción de censura contra Giacomo Caliendo, un subsecretario de Justicia sospechoso de formar parte de un grupo secreto que pretendía manipular nombramientos y decisiones políticas y judiciales.
La votación en sí se celebrará o esta semana o cuando el Parlamento reanude sus sesiones en septiembre. De cualquier modo, Berlusconi observará atentamente el proceso porque indicará cuánta fuerza electoral ha perdido debido al distanciamiento.
Fini ha dicho que cualquier político bajo investigación debería renunciar, pero Caliendo ha defendido su inocencia y se niega a dejar su cargo. Berlusconi dice que toda la centroderecha debe apoyar a Caliendo.
«Cuando la votación se lleve a cabo será una prueba muy significativa», dijo Fabrizio Cicchitto, líder de los parlamentarios de centroderecha en la Cámara baja, donde fue presentada la moción de no confianza contra Caliendo por dos partidos de la oposición.
La nueva facción encabezada por Fini totaliza 33 miembros además de él, lo que permite privar a Berlusconi de una mayoría en la Cámara baja. Tiene 10 partidarios en el Senado, lo que podría recortar la mayoría de Berlusconi en esa instancia a sólo dos votos.
Si la moción contra Caliendo se aprueba, podría tener un «efecto inmediato y grave de deterioro sobre la situación», dijo Cicchitto.
En comentarios publicados el domingo en el diario de Turín La Stampa, Berlusconi dijo: «No me preocupa el mantenimiento de la mayoría y el Gobierno» y afirmó que no tenía sentido celebrar elecciones anticipadas porque su Gobierno imponía respeto.