Parece que las cosas al final fueron como ya se esperaba. Al fin, el PP ha mostrado sus cartas, y que conste que aunque en la base pueda estar de acuerdo con ellos, porque no me gusta ver como los de Amaiur se sientan en el Parlamento, lo cierto es que en democracia, las cosas se hacen de otro modo. Para los que todavía no se han enterado les cuento que Amaiur se queda sin grupo propio por el PP, tal y como muchos habían temido.
Lo gracioso del asunto es que los informes que se han presentado para rechazar la propuesta de grupo propio de Amaiur son un verdadero desastre, porque las contradicciones van y vienen como si fuese normal. Y parece que esto es lo habitual en la Administración Pública, porque a mi me ha pasado con cosas más del día a día, y claro si ya el problema viene desde arriba, no se esperen ustedes demasiado.
Pero lo peor de todo ya no es que el PP esté haciendo abuso de poder, que lo es en toda regla, cuando en años anteriores a ERC y PNV se le dio el grupo propio sin ni la mitad de miramientos, saltándose casi todas las normas, si no que UPyD, que se encuentra en exactamente la misma situación de Amaiur haya votado en contra, marcando lo que podría ser, si en este país fuésemos honestos y coherentes, su sentencia de muerte de grupo propio. Pero parece que en España, lo del sirve para el pavo sirve para la pava, no se aplica, y aquí cada cual tiene más derechos que el otro, solo por que él lo dice.
Y es que señores, al que no le guste que Amaiur esté en el Congreso que se busque las pruebas para eliminarlo, que lo ilegalicen, o que le manden una carta al PSOE de agradecimiento, pero por favor, respetemos los principios de la democracia, porque si no, yo no sé donde vamos a ir a parar.
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