Tarde, mal y arrastro. Pero han llegado. La izquierda casi en bloque ha reconocido que la gestión de Zapatero ha sido pésima y que el estado del bienestar se ha reducido considerablemente.
Claro que las críticas siempre vienen bien cuando son contructivas, peor lo más importante es la autocrítica. Una autocrítica, que como casi siempre los políticos y sindicalistas son casi incapaces de hacer.
Es muy sencillo. Si ZP lo ha hecho mal, y ustedes lo reconocen; ustedes no lo han hecho mejor, porque no han sacado a la gente a la calle, a las protestas, a la manifestación contra los recortes. Se han quedado en sus poltronas. Sentaditos al calorcito si preocuparse del ciudadano de a pie. Y ahora, con este pasticho, de nada nos vale que les critiquen. Nos hubiera gustado mucho más escuchar una autocrítica constructiva. Hubiera sido mucho más válido para la democracia
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