La crisis, al menos según los analistas había llegado a su pico más alto a finales de 2009. Y aún con un ZP que se negaba a llamarla crisis y buscaba en sus asesores de la RAE la más completa cantidad de sinónimos, en aquel entonces, los gastos del Estado en forma de presupuestos anuales destinados a desempleo rozaban los 35.000 millones de euros. Tras el tirón, todos quisimos ver las cosas de color de rosa, y los años venideros supusieron que poco a poco el gasto en desempleo bajase, llegando al récord de mínimos de los 2.363 del mes de junio de 2011. Pero las cosas, parecen volver a ponerse negras y aún sin datos oficiales sobre la mesa, el techo para 2012 parece estar rozando los 30.000 millones sin las mejorías que se habían planteado desde Hacienda.
Y todas estas cifras oficiales, vienen ya filtradas por los medios, pero para serles sinceros, no es que las cosas nos vayan mejor entrando en 2012 que en 2009, porque el paro está ahora en sus récords históricos, hay cada día más familias sin ningún recurso, y la pataleta de los parados que se han quedado sin prestación sanitaria está más vigente que nunca. Así, ese ahorro minúsculo desde 2009 a 2011 no se ha producido por arte de magia, ni tan siquiera por los absurdos planes políticos para reducir el paro a dedo, si no que supone los que ya, por ley no tienen derecho a prestación por paro, y que por tanto ya no cuentan en esta lista, y a estas alturas son muchos. Por lo que si les intentan vender que el Estado gasta menos en 2011 que en 2009 en desempleo porque las cosas van mejor, al menos, acuérdense de que nosotros ya se lo habíamos dicho que era otra mentira de los políticos.
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