Parece que 2011 se ha convertido en el año de las revueltas en el mundo árabe. La tensión acumulada, los gobiernos corruptos, los régimenes dictatoriales y al situación de pobreza en la que vive parte de su población además de la escasez de la libertad han hecho que muchos de ellos se subleven. El caso de Túnez, primero en la lista salió bien. Consiguieron echar a Ben Alí. Egipto también ha conseguido que su presidente Mubarak abandonase el poder. Pero no son solo ellos. Son muchos más. Es más, la tensión en Marruecos va en aumento, Yemen se ha sumado a la lista de protestas, Argelia sigue enfrentándose entre pro y contra gobierno e incluso en Irán parece que las redes sociales han hecho de las suyas entre los más progresistas.
Todo esto ha sido como encender la mecha y ocurrir un sinfín de hechos desencadenados. Pero es que si no era ahora, sería después. Y como se dice, cuando uno da el paso adelante todos le siguen. Túnez ha sido quien ha mostrado el coraje y todos los demás los que le han seguido. Ahora solo falta ver en que acaba todo esto; pero estaba claro que los ciudadanos tienen poder de aguante, pero a veces la situación es insostenible.
Si bien los hechos son todavía muy recientes, no podemos quitar conclusiones. Pero sinceramente, espero por el bien de sus ciudadanos y por el bien del mundo, que todas estas revueltas de 2011 sirvan para conseguir que África vaya hacia adelante.
Más info | El Mundo
