Muchos seguidores de Zapatero, muchos de los que le hemos dado el voto en los anteriores comicios sabemos porque Zapatero, en este caso, también el PSOE, se caen en picado en los sondeos electorales. Pero entender esa caída, creo que es más sencilla por un anterior votante del PSOE que por un votante de la oposición. Y les voy a explicar los porqués.
Aquí hablamos simplemente de emociones y sensaciones. Todo lo racional se queda fuera. Y aunque parezca mentira, en política, los mejores estrategas han abogado precisamente a eso, al corazón y a sus sentimientos. Planteada la base, piensen ahora en un ciudadano que tras sufrir a un más que prepotente Aznar, que nos metió en desastres varios, pero con el que la economía no nos podíamos quejar demasiado, votó a Zapatero. Le votó pensando que un presidente podía ser de otro modo. Podía, precisamente con aquel talante del que alardeaba colocarnos en una mejor posición.
Aquel voto, no fue del todo perdido en la primera legislatura, una primera legislatura que si bien empezaba con grandes subvenciones, con ayudas para todos y con un socialismo que parecía funcionar, estaba desencadenando una crisis, que si bien era mundial, meintras los demás ponían precauciones nosotros mirábamos hacia otro lado. Otro lado, que nos llevó hasta donde estamos hoy. Un panorama desolador, en el que aquel socialismo que predicaba Zapatero se convirtió en una mentira enmascarada con kilos de maquillaje. Solo hay que mirar a finales de 2010, para ver las políticas y leyes aplicadas y sacar conclusiones de que tipo de gobierno tenemos.
Así, dejando de nuevo la razón aparte; sin un trabajo, con mentiras día si y día también en la TV, con pocas esperanzas de futuro, y sobre todo con políticos que hablan de austeridad y luego no se la aplican, el ciudadano que votó al PSOE, y sobre todo a Zapatero, está arrepentido. Y su arrepentimiento se verá en las próximas elecciones,q ue si bien son de carácter local, le darán un buen susto al PSOE, que aún tiene un año para recuperarse de cara a las generales, pero 365 días, no son tantos, después de 8 años de desastres continuados.