En un editorial que llega mientras crece la especulación sobre unas elecciones anticipadas tras una ruptura entre los líderes de la coalición de centro derecha en el Gobierno, Famiglia Cristiana afirmó que Italia carece de políticos capaces de ofrecer «objetivos compartidos».
«La opinión pública, pese a estar drogada por la televisión, está asqueada con el poco edificante espectáculo ofrecido casi a diario por una clase política que discute por todo», indicó el editorial de la edición del miércoles.
La revista acusa a los líderes políticos italianos de estar «muy lejos de la opinión pública y (ser) incapaces de resolver los serios problemas a los que se enfrenta el país».
Hay crecientes expectativas de que el primer ministro, Silvio Berlusconi, intente forzar unas elecciones anticipadas en algún momento tras el descanso estival, después de su dramática ruptura del mes pasado con su antiguo aliado de partido Gianfranco Fini.
La ruptura ha dejado al Gobierno de centro derecha de Berlusconi sin una mayoría garantizada en el Parlamento, y ha llevado al primer ministro a anunciar una votación de confianza cuando el Parlamento vuelva a reunirse en septiembre.
Hace décadas que la Iglesia católica está íntimamente relacionada con la centro derecha italiana, pero su posición cambió en parte tras la desaparición del una vez dominante partido Cristiano Demócrata tras los grandes escándalos de corrupción del «Tangentopoli» en los años 90.
Famiglia Cristiana, una de las revistas más vendidas del país, ha criticado mucho a Berlusconi en el pasado, atacándole por sus escándalos sexuales y por duras medidas contra el crimen que, según la publicación, perjudicarían a los indigentes.
La revista, a la que el ex presidente Francesco Cossiga definió como «el brazo publicitario de la izquierda católica», tiene una tirada semanal de unos 560.000 ejemplares.
El editorial, que no da el nombre de ningún partido, se titula «Un país sin líder, y políticos que se pelean por todo», y también señala que la Iglesia debe reflexionar sobre «hasta qué punto sus propios líderes representan puntos de referencia éticos y espirituales para toda la nación».
Una serie de escándalos han sacudido al Gobierno de Berlusconi en los últimos meses. Dos ministros dimitieron por acusaciones de corrupción, y uno de ellos ha sido acusado por malversación de fondos.
Además, un viceministro ha dimitido tras verse acusado de estar implicado en una conspiración para arreglar citas judiciales y políticas, mientras que otro viceministro y varios altos cargos del partido en el gobierno están siendo investigados por el mismo asunto.
Mientras tanto, Fini ha negado las acusaciones presentadas por los diarios cercanos a Berlusconi de que estuvo implicado en un dudoso contrato inmobiliario relacionado con un en un piso de Montecarlo cedido a su antiguo partido por un simpatizante adinerado.