Afganistán no es país para mujeres. Esto no es nuevo, pero lo cierto es que ya hacía algún tiempo que no llegaban noticias de alguna de sus ejecuciones tomándose la justicia por su mano, o como ellos dices, por Alá. Esta vez la víctima ha sido una mujer, viuda y embarazada la cuál ha sufrido la humillación de llevar 200 latigazos en público y luego ha sido ejecutada con tres tiros a manos del mismo juez que la enjuició. Esto sucedió el domingo, después de que el jueves pasado, fuesen fusilados 10 integrantes de una organización médica cristiana.
Los talibanes y su poder en Afganistán
Lo cierto es que el hecho de vivir en Afganistán es ya una cuestión difícil. Si además, eres mujer, se pone todavía más crudo. Si bien es cierto que su poder se ha reducido en estos últimos años, siguen dominando buena parte del país y su aplicación de la ley (según ellos, tomada literalmente del Corán) es como mínimo despiadada e ilegal desde el punto de vista político.
Lo que sucede hoy en día en el mundo musulmán, me recuerda un poco a lo que ha ocurrido en los países católicos durante la Edad Media, durante la cuál una simple acusación de brujería implicaba la quema en la hoguera. Dónde las cruzadas eran signos de cristiandad y de amor a Cristo y ser católico era una obligación impuesta. Hoy en día, «gracias a Dios», política y religión van separadas y cada uno vela por sus intereses. Pero para que eso ocurra, se necesitan años, instrucción y sobre todo un cambio de mentalidad que la propia sociedad debe experimentar desde dentro. Mientras eso no ocurra, sólo queda intentar huír y refugiarse en otros países, si no se está deacuerdo con dichos ideales. O bien morir a manos de un juez que será el propio ejecutor. Muy democrático.
Imagen: radio santa fe
