Siria: un cuento para no acabar y una historia de hipocresía internacional

La verdad es que no hay derecho a lo que está ocurriendo en Siria. no hay derecho que dentro de la ONU estén países que ponen por encima sus planes comerciales ante la vida de los ciudadanos. Esto es lo que les diría si las cosas estuviesen como tienen que estar en el mundo, y si los gobiernos locales impusiesen la ética por encima de las demás cosas. Sin embargo, bien saben que esto tiene muy poco de real. Y es que hoy hablamos todos de China y de Rusia, los cuales vetaron la resolución de la ONU ante Siria como de verdaderos demonios, cuando antes o después todos hemos sido demonios de eso que se llama hipocresía internacional, incluida España.

Por poner un ejemplo, el señor Fraga, que ahora ya ha pasado a mejor vida, se fue a La Habana en sus mejores épocas y unió su mano con la de Fidel y se proclamaron socios y amigos. Si, el mismo Fraga ministros del franquismo, con el Fidel comunista de Cuba. ¿Fascismo y comunismo de la mano? Solo es posible cuando ambos llenan su cerebro de hipocresía y se venden a los intereses económicos.

Ya más reciente, nuestro señor ministro Moratinos se fue en repetidas ocasiones a Venezuela, y a los españoles que le pidieron ayuda porque les estaban expropiando sin pagar sus propiedades, en un intento de Hugo Chávez de convertir a Venezuela en una nueva Cuba, les dijo que aquel era el presidente electo.

Dos ejemplos mucho más moderados que lo que está ocurriendo con Siria, ciertamente, en donde la sangre ha cubierto ya las calles, pero que no distan de la actitud de China y Rusia, a las cuales los ciudadanos sirios les importan bien poco mientras sus acuerdos comerciales sigan en pie. Y si a los gobiernos ya no les importan los ciudadanos, ¿en qué se ha convertido la política? La pregunta la dejo abierta, para que cada uno le de la respuesta que más justa considere, pero visto así, parece que estamos ante la gran mafia legal más que ante gobiernos responsables.

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