Parece que el Partido Popular no tiene muy claro qué es la corrupción. O quizá lo que le ocurre es que lo tiene demasiado claro. Corrupción es lo que hacen los demás, lo que hace el PSOE, lo que no se cansan de denunciar y criticar. Lo que hacen ellos es otra cosa. No se sabe muy bien lo que, pero otra cosa. Eso no es corrupción.
Sólo así se entiende que Rajoy finalmente haya designado a Francisco Camps, presidente de la Generalit Valenciana, candidato del PP para las próximas elecciones autonómicas y municipales que se celebrarán el 22 de mayo. Le ha costado, pero al final Camps se ha salido con la suya y le ha ganado esta batalla a Rajoy.
Pero esta victoria de Camps se puede ver desde el otro lado, como una derrota de Rajoy, que ha cedido a las presiones. No sé qué pensarán de Camps en Valencia, lo comprobaremos con los resultados de las elecciones del 22 de mayo, pero lo que sí creo es que con esta actitud el PP y especialmente su número uno, Mariano Rajoy, está dando una pobre imagen.
Una imagen que le perjudica de cara a las elecciones generales que se celebrarán el próximo año 2012. Una imagen que lo muestra como alguien incapaz de controlar y dominar a los miembros de su propio partido, incapaz de tener autoridad y liderazgo, incapaz de aguantar la presión. En definitiva, de esta forma el PP ha demostrado que le importa más apagar fuegos momentáneos que su carrera hacia La Moncloa.
Fuente | El País
