Puedes mentir a muchos durante mucho tiempo, puedes mentir a unos cuantos siempre, pero no puedes mentir siempre a todos. Y aunque puede que la frase a más de uno le suene conocida, ésta es mi adaptación personal de un clásico que yo creo que se tendría que aplicar el Partido Popular. Estos señores cada día que pasan se muestran como unos desvergonzados de los más grande que España ha podido parir nunca. Y en lugar de intentar asumir las consecuencias de los errores aún pretenden hacernos creer como ilusos que los que nos hemos equivocado hemos sido nosotros.
La guinda de la tarta, como se suele decir a tal desvergüenza ha sido para mí el Congreso de ayer, en el que han aprobado por norma en todo el Estado las corridas de toros, y solo esa iniciativa popular ha sido la que ha marcado el paso para que dijesen un sí a los deshaucios. Hasta el mediodía al PP le preocupaba más demostrarle a Artur Mas que ellos mandan y solo por eso habría de nuevo toros en Cataluña que las cuatro personas que solo esta semana se han suicidado por haber sido desahuciadas. ¿Acaso eso no es la mayor desvergüenza política que haya podido vivir España?
Pero el colmo de los colmos no es que a última hora hayan dicho sí a una iniciativa que por cierto ha llevado cuatro años ha vuelta de la mano de la fantástica Ada Colau que ha demostrado que la lucha ciudadana puede conseguir muchas cosas y que hay cosas injustas para ciudadanos de cualquier ideología, como lo es en España la injusticia de los deshaucios en época de crisis.
Yo no me espero ni mucho menos que el PP admita la dación en pago universal. Ni creo que la iniciativa legislativa popular que se presentó ayer avalada casi por un millón y medio de firmas, tres veces más que la de los toros, vaya a ser el proyecto que al final se apruebe como ley por los partidos. No me lo espero porque en España la democracia quieren hacernos creer que se hace solo desde las sillas de diputados. Pero sin duda, creo que estos valientes de la PAH nos han dado una lección que no es otra que si algo queremos, hay que luchar por ello. ¡Gracias!
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