Parece que el PP y el PSOE por fin se van a poner de acuerdo, y en período electoral. Toda una hazaña. Pero el acuerdo, como casi todos va a tener a un claro perdedor y a un claro ganador, porque les estamos hablando de los récords que si se cumplen los sondeos conseguirán unos y otros.
Evidentemente, el PP para bien y el PSOE para mal. Pero en todo caso, en cuestión de elecciones ambos marcarían máximos históricos. Así el PP aumentaría la mayoría absoluta que en su momento consiguió Aznar, el cual con lo prepotente y orgulloso que es de seguro se está arrepintiendo en GeorgeTown de haber dejado a Rajoy allí en una sombra que se convirtió en luz.
Por su parte, Rubalcaba, que se ha hecho viejo en campaña, debe también estar preguntándose como pudo haber tomado el bastón de ZP para convertirse en el candidato político socialista que peor resultado obtiene en unas elecciones.
Y así las cosas, deberíamos aprender un par de lecciones que los políticos deben aplicarse. Y es que los populares, que han mejorado, deben aprender a comunicarnos mejor sus intenciones, y los socialistas, ahora que perderán el poder deberían apuntarse a Economía, que en cuatro años les da tiempo a aprenderla bien. Así, los dos estarían a la altura de competir en mismas condiciones. Y si alguno de ellos además hace limpieza, pone caras nuevas y jóvenes y apuesta por la honestidad tiene, al menos mi voto, asegurado.
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