En Grecia nada parece haber cambiado. Pero es lógico que sea así. Por muhco que hablemos de Papademos, o de Papandreu, las cosas siguen igual. Los griegos no tienen para pagar su hipoteca. Los griegos no tienen trabajo. Los griegos no tienen futuro. Y las tasas suben. Los impuestos crecen. Y los sueldos y pensiones se bajan. Y Papademos y Papandreu viviendo a lo grande.
Entiendo que a los políticos solo les importe resolver de la forma más rápida la situación. Que en este caso, solo se puede llevar a cabo con los recortes que manda la Santa Madre Europa. Pero eso no implica que los ciudadanos tengan que aceptar aquellos como si de la panacea se tratase. Ellos no ocasionaron el caos. Ellos no manipularon las cuentas públicas. Y ellos no cobraron los disparates que durante una década llevan sumando los políticos helénicos.
Y aunque las protestas muy probablemente no sirvan de nada, porque las democracias por desgracia no dependen del pueblo, por mucho que se nos haga creer lo contrario, estoy con ellos. Estoy con loq ue quieren que sean los responsables de la crisis los que paguen por ella, porque que yo sepa, a los ciudadanos no se nos redujo ningún importe en concepto de impuestos y pagos al Estado porque estábamos en crisis e íbamos a recibir menos, si no todo lo contrario. Y es que el sistema ya no se sostiene. Y no hay país que resista tanto robo a mano armada vestida de un voto en las urnas, ni país que resista a tanta deshonestidad política. Y nosotros, en España, no vamos por mejor camino.
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