Multitudinaria marcha en defensa del autogobierno en Cataluña

La manifestación arrancó a las 18:00 horas y finalizó dos horas después antes de que llegara al final de su recorrido al tener que disolverse «a causa de la respuesta masiva de los ciudadanos», según la web de la Generalitat.

El presidente de la Generalitat, José Montilla, llegó a sufrir un conato de agresión y tuvo que ser protegido por su escolta, según algunos medios, que subrayaron que el centro de la capital catalana quedó colapsado por la marcha, en la que se corearon gritos independentistas.

La concentración había sido organizada por la entidad catalanista Omnium Cultural y a ella se habían adherido cientos de organismos más, como universidades, el Fútbol Club Barcelona y todos los partidos políticos catalanes, excepto el Partido Popular y Ciutadans.

«Ahora pedimos a los políticos que asuman el paso adelante que el país les ha pedido. Nosotros somos más importantes que la voz de un tribunal», señaló la presidenta de Omnium Cultural, Muriel Casals, al final de la manifestación.

«Cataluña, como toda nación, tiene el derecho inalienable por ninguna constitución, de decidir libremente su futuro y aspirar, si quiere, a la plena soberanía», concluía el comunicado leído al final de la marcha.

Una gran senyera flanqueada por el lema oficial de la manifestación «Somos una nación. Nosotros decidimos», pretendía encabezar la marcha con Montilla al frente, pero finalmente fueron los ciudadanos anónimos los que lideraron la protesta por delante de los políticos y de la bandera, según la web de El Mundo.

La marcha se celebró justo un día después de que el Constitucional publicara el texto íntegro de su sentencia sobre el Estatut, que recoge entre otras cosas que la Carta Magna sólo reconoce a la nación española y que el catalán no tiene preferencia frente al castellano en la región.

Montilla, que había animado a la ciudadanía a manifestarse, reiteró el sábado que la sentencia modificaba aquello que los catalanes votaron en referéndum, y atentaba contra la dignidad de los ciudadanos de Cataluña.

«Desde luego no va a ayudar a resolver el problema catalán, sino que ha creado uno nuevo», afirmó por la mañana en la emisora Onda Cero.

La sentencia, cuyo fallo ya se adelantó el 28 de junio, avala el grueso de un Estatut aprobado en referéndum y en los Parlamentos catalán y español en 2006, pero puntualiza algunos aspectos conflictivos y considerados como contrarios a la Constitución.

Entre otras cosas, el texto dice que el término nación presente en el preámbulo del Estatut no tiene eficacia jurídica puesto que es algo «incompatible y contradictorio» con la «unidad e indivisibilidad» de la nación española.

La decisión del Constitucional marcará sin duda la campaña de las elecciones catalanas previstas para otoño, y muchos enmarcan en este ambiente preelectoral las reacciones airadas que ha provocado en la clase política catalanista el fallo del tribunal.

Un Montilla «indignado» pidió una gran movilización ciudadana en defensa de la integridad del Estatut nada más conocerse el fallo, en un nuevo distanciamiento con las tesis de muchos de sus compañeros socialistas en el resto de España.

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no ve con buenos ojos que el líder socialista catalán encabece una manifestación con tintes independentistas, según diversos medios, pero niega cualquier confrontación con Montilla.

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