Matilde Fernández dice que "democrática y humanamente inaceptable" la presión sobre Gómez

Madrid.- La ex ministra de Asuntos Sociales Matilde Fernández, ahora diputada del PSOE en la Asamblea de Madrid, cree que es «democrática y humanamente inaceptable» la «presión» a la que la dirección federal está sometiendo al líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, para que renuncie a ser candidato.

En declaraciones a Efe, Fernández -quien compitió por la Secretaría General del PSOE con José Luis Rodríguez Zapatero, José Bono y Rosa Díez en las elecciones primarias celebradas en el año 2000- ha trasladado sus ánimos a Tomás Gómez para que «no tire la toalla» y para que «siga adelante».

Sus palabras llegan después de que el presidente del Gobierno y líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, decidiera suspender ayer, en el último momento, la reunión a la que había convocado a Gómez para tratar de convencerle de que la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, tiene más opciones que él de dañar la mayoría absoluta del PP.

«Yo no acepto la imposición», ha enfatizado Fernández, que espera que Gómez mantenga su determinación a ser el candidato socialista a la Presidencia de la Comunidad de Madrid y, en todo caso, que se mida en unas primarias con cualquier otro aspirante.

Ha recordado además que la Ejecutiva Federal del PSOE tiene en su haber varios «fracasos» al intentar «imponer» en Madrid a sus propios candidatos, que no han obtenido buenos resultados electorales, que «no se comprometen con la ciudadanía y que luego se van lo antes que pueden».

Una situación que Matilde Fernández ha descrito como «una saturación de injerencias» de la dirección federal del PSOE en Madrid que no se da en otros territorios donde los socialistas tampoco tienen buenos resultados electorales.

Fernández ha subrayado asimismo que nadie debe tener miedo a unas posibles elecciones primarias, porque son una fórmula para seguir profundizando en la democracia.

De hecho, según su opinión, todos los partidos deberían adoptar este instrumento, porque los dirigentes «tienen que escuchar a los militantes».

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