En todos los periódicos de hoy aparecía en una de las páginas principales que Argentina ha reabierto la causa por los crímenes del franquismo.
Pues nada si ya parecía que estábamos en calma, y sólo preocupados de asuntos domésticos, ahora viene Argentina a echarnos una mano. Con Marruecos lohabíamos «solucionado». A su manera, pero solucionado. Cuba nos había prometido al liberación de los disidentes. Todo comenzaba a ir tirando, cuando llegó el anuncio de Argentina.
La memoria histórica, las causas pendientes y todos los crímenes cometidos en una guerra primero entre hermanos, luego en una mordaza que hacía desaparecer al diferente. Es cierto que el pasado es historia y que no se puede olvidar, puesto que sino repetiríamos los mismos errores en el futuro. Pero tampoco podemos estar a vueltas con un episodio de nuestro país que conmocionó a toda la nación. Y que en algún momento se tendrá que cerrar, para hacer borrón y cuenta nueva. Que ya se tenía que haber hecho hace mucho. Como se hizo en otros países para los cuáles las consecuencias fueron mucho peores, como fue el caso alemán.
Así que desde aquí, digo que más vale que sigamos hacia adelante y no nos estanquemos en pasados que duelen a todas las partes.
