Margallo y su miedo al ilegítimo Maduro acaban de rematar la marca España

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La verdad es que me he quedado de piedra. Primero por que soy venezolana, y segundo porque soy española. Y parece que ninguno de los dos países, de los que conservo la nacionalidad y que por lo tanto deberían preocuparse por mi como ciudadana y defenderme ante el mundo lo ha hecho. Y ambos la han liado en el transcurso de apenas días. Hablo por supuestos de las elecciones de Venezuela, a las cuales voy a intentar hacer referencia para los que no entendeis bien el tema, porque la desinformación que circula en la red y porque en muchos artículos de los diarios no se explica lo que ocurre en el país o mejor dicho, alguien que no lo conoce no logra entenderlo.

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Lo que ha pasado en Venezuela es muy simple de explicar. Si el actual presidente de España hiciese campaña en las próximas elecciones inaugurando obras, dando dinero a proyectos sociales y culturales, con TVE haciendo solo retransmisiones de sus actos y además dispusiese de todo el dinero y el espacio del Estado para la propaganda quizás democrático no te hubiera parecido. Pero espera, hay más. ¿Qué te parecería que en lugar de contar cada voto se contase el 54% de ellos manualmente? El resto los saca una máquina que por cierto ningún país democrático consolidado la usa precisamente por las incertidumbres que crea. Si a todo eso, le sumamos, que el principal partido opositor pidiese en España un conteo manual de votos, y el organismo que se encarga de velar por el proceso se niega, y luego la presidente del TSJ dice que «en el país no existe conteo manual» ¿Cómo te quedarías?

Todo ello sin olvidar la violencia generada, las acusaciones falsas a la oposición (no hubo ataques a los CDI tal y como se demostró hoy mismo en fotografías tomadas en esos centros) y la eliminación del derecho de palabra a los diputados opositores si no reconocen a Maduro como presidente. Lamentablemente, estas prácticas no son demócratas y es una pena que el señor Margallo, por una supuesta amenaza contra Repsol haya aceptado a Maduro como presidente, cuando además la UE, EE.UU y la OEA han dicho que primero se cuenten los votos, y luego se reconocerá quien es el presidente.

Una pena no solo por el gobierno de España que demuestra que no tiene criterio y que solo defiende a los españoles poderosos porque se han olvidado de todos los que residen en Venezuela y viven la represión en el país. Claro que esta vez parece que PP-PSOE se han puesto de acuerdo, porque el amigo Bono ha dicho que el sistema electoral es perfecto. Ya ni hablo de los de IU, que se han lucido con creces.

En fin que al tirano hay que mantenerlo mientras podemos sacar provecho, y claro a Repsol parece que le interesa. Los demás españoles no importamos….