La Comisión Federal de Garantías del PSOE avaló el sábado por la noche la celebración de primarias para elegir a sus candidatos en las comunidades autónomas de Madrid, Canarias y Murcia, además de en once ciudades o municipios.
La cita en las urnas será el próximo 3 de octubre, y los aspirantes empezaron a desgranar el domingo sus bazas para atraerse los votos de sus compañeros en el partido.
Tomás Gómez, que ha ganado una gran popularidad por su decisión de aspirar a la presidencia de la Comunidad en contra de los deseos de la dirección del PSOE, arrancó su campaña en Parla, su feudo durante 10 años y donde se hizo conocido como el alcalde más votado de España.
«Ser hijo de un trabajador no tiene que ser un impedimento para poder también ocupar el poder político en una comunidad autónoma. Ese fue el sueño colectivo que tuvimos, el sueño que ha tenido esta ciudad, que tiene Madrid hoy», declaró Gómez, en un guiño al ala más izquierdista de los militantes.
«Por eso mi victoria no va a ser mi victoria, va a ser vuestra victoria, la victoria de la gente normal, corriente que sabe que hay que trabajar y esforzarse, de la gente que no tiene padrinos», añadió.
El líder del Partido Socialista de Madrid aspira a ganar las primarias a Trinidad Jiménez, actual ministra de Sanidad y candidata preferida por el presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero.
Gómez supera en casi 750 avales a Jiménez, que sin embargo sale mejor parada en las encuestas cuando se trata de posibilidades de desbancar del poder en la región a la popular Esperanza Aguirre, favorita en cualquier caso para los votantes de Madrid.
«Pensemos con responsabilidad en qué es lo mejor para poder conseguir poner en marcha nuestros principios, nuestros valores, nuestras ideas, nuestras iniciativas, quién va a ser capaz de poner en marcha esas ideas», declaró Jiménez desde Coslada, donde se presentó como la candidata del cambio.
La batalla en Madrid ha abierto un inesperado frente interno a Zapatero, y varios medios han publicado que la inquietud en el entorno del presidente del Gobierno es máxima al presentarse como una primera puesta en duda de su liderazgo.