Por primera vez en muchas semanas, Cataluña dejó ayer de vivir sumergida en el zumbido de la precampaña electoral, con los dos principales partidos, PSC y CiU, instalados durante 24 horas en un deliberado perfil bajo -y los socios minoritarios del tripartito, ERC e ICV-EUiA, a su aire, en las calles- debido a la huelga general.