El silencio de la izquierda abertzale ante la sucesión de actos de violencia callejera en el País Vasco está erosionando la credibilidad de su nueva oferta política, al tiempo que compromete la futura acción compartida con Eusko Alkartasuna.
El silencio de la izquierda abertzale ante la sucesión de actos de violencia callejera en el País Vasco está erosionando la credibilidad de su nueva oferta política, al tiempo que compromete la futura acción compartida con Eusko Alkartasuna.