Los festivos, el gran aliado del PSOE

Sinceramente, no se si son peores los políticos o los ciudadanos. Hoy en mis redes sociales, no me he encontrado con más estupideces porque mi lista de contactos no es mayor. Y evidentemente, en las actualizaciones referentes a política, no ha podido faltar el dilema de los puentes y de los festivos que ha planteado hoy el PP. Y es que bajo la proposición de la patronal, los populares han echo suya una propuesta que a mi me parece más que lógica, pero aún entendiendo el punto de vista de quien esté en contra, hay que dejar claros algunos puntos, porque puede estarse o no de acuerdo, pero hay que partir de la base de que entendemos lo que se nos dice.

Y es que resulta que hoy me dicen que en España se acabaron los puentes. ¿Se han preguntado primero qué es un puente y quien hace uso de ellos? Si un festivo cae en miércoles, pocos eran lo que podían alargar los días de fiesta hasta el fin de semana, porque o trabajan en una empresa más que permisiva, o era difícil que pudiesen salir de mini-vacaciones. Sin embargo, con la nueva propuesta, todos, y digo todos los ciudadanos, vamos a poder disfrutar de fines de semana de tres días, siempre que no sean periodistas, o trabajen en hostelería o comercio, que parece que lo de los festivos no es sagrado. Entonces ¿dónde se acaban los puentes? Dirán mejor, que el que tenía la suerte de ser el vago de turno que tomaba más días libres de los que le correspondían se le ha acabado el agosto, pero a todos los demás, solo nos trae beneficios.

Que siempre queda pensar que era mejor tener un día libre en medio de la semana, y no un fin de semana largo. Ok, de acuerdo, opiniones se aceptan todas, pero de ahí a afirmar que ahora no habrá festivos como me he encontrado hoy en redes sociales, hay un trecho largo. Así que antes de echarnos en contra de una medida, porque al PSOE no le va bien, que parece haber sido ahora el único partido aliado con los festivos, pensemos en que se trata, y luego ya abrimos la boca, o le damos a las teclas, porque si no, la confusión crece hasta el infinito