Lo cierto es que en democracia, a veces olvidamos puntos importantes que hacen que el sistema siga en pie. Puntos de una ocasión, que últimamente pasan desapercibidos, para hacerse los buenos de la película, porque ahora parece que el que menos tiene, más derechos adquiere, y el que más obligaciones cumple con el Estado, menos beneficios obtiene. Esta reflexión, va por lo que está ocurriendo en la acampada de El Sol. Los comerciantes, cuyas ventas han bajado considerablemente piden el fin de la acampada. Y claro, bajo un punto de vista lógico, parece más que justo. La manifestación se ha llevado a cabo durante bastante tiempo, y teniendo en cuenta de que hablamos de pleno centro de Madrid, es justo no solo atender a los intereses de unos, sino también de la otra parte.
Yo estoy totalmente de acuerdo con manifestaciones, movimientos, y toda clase de protestas para pedir mayor libertad, pero todo tiene el límite de donde empieza la libertad del otro. Y ahora mismo, la de los comerciantes ha sido sobrepasada.