La posición unitaria de las formaciones catalanes se rompió en la votación de las resoluciones sobre el Estatut.
La pactada entre el PSOE y PSC fue rechazada por la oposición de casi todos los grupos parlamentarios, incluida CiU, que mantuvo hasta el final el suspense sobre su voto.
Por su parte, las propuestas de los partidos catalanes fueron desestimadas por socialistas y populares en el Pleno que cerró anoche el debate sobre el estado de la Nación, que la semana pasada estuvo muy centrado en el texto catalán y en la sentencia del Tribunal Constitucional que anulaba algunos de sus artículos.
La resolución PSOE-PSC hacía referencia al preámbulo del Estatuto, donde se menciona la idea de nación, y al malestar por la sentencia del alto tribunal.
El resultado de las votaciones de las resoluciones ha generado un gran malestar en los partidos que forman el gobierno tripartito de Cataluña – PSC, ERC e IU-ICV – así como reproches y acusaciones mutuas entre socialistas y convergentes.
El PSC ha responsabilizado a CiU del fracaso de la resolución, no sólo por votar en contra sino también por convencer al resto de formaciones catalanas para emitir un voto negativo.
«Se ha perdido una oportunidad para aprobar la resolución que mejor respondía a la voluntad del pueblo de Cataluña», dijo Daniel Fernández, diputado del PSC.
CiU ha manifestado que el PSC vive una crisis interna, ya que no es capaz de convencer ni al PSOE ni a sus socios de gobierno.
El enfrentamiento entre los partidos catalanes está muy relacionado con la cercanía de las elecciones autonómicas en Cataluña en otoño.
