A continuación, extractos de los editoriales de algunos diarios de tirada nacional:
EL PAÍS: «Que ETA acceda a hablar de alto el fuego es, con todo, una muestra de que sus jefes son sensibles a las presiones de los de Batasuna y los mediadores internacionales en favor de un cese de la violencia (…) ETA pretende seguramente sondear la capacidad de resistencia del Gobierno, los partidos y la opinión pública».
«Los de (el portavoz de Batasuna Arnaldo) Otegi saben que sin retirada de ETA seguirán marginados de la vida política institucional, y los de ETA que sin brazo político se quedarán sin pueblo al que salvar. Resta hacer comprender a Batasuna que en ningún caso, diga lo que diga ETA, va a haber un final con negociación de contrapartidas políticas»
EL MUNDO: «Si la banda ha optado en estos momentos por esta fórmula tan ambigua y limitada es porque probablemente necesita ganar tiempo tanto por la presión policial a la que está sometida como por el coste político que supone seguir practicando la violencia»
«Todo indica que su anuncio tiene mucho que ver con el documento aprobado la semana pasada por EA y la izquierda abertzale, en el que pedían un alto el fuego ‘permanente y verificable internacionalmente'»
«La ambigüedad de ETA hace impensable en estos momentos la legalización de un partido que permita a la izquierda ‘abertzale’ presentarse a las elecciones municipales del año que viene y torpedea toda operación destinada a blanquear a la antigua Batasuna. Por tanto, el Estado de Derecho debe seguir combatiendo policialmente a ETA, sin pagar ningún precio político por su desaparición, como pretende la izquierda abertzale»
ABC: «Necesitada de un margen de recuperación y con una base social confundida sobre estrategias y objetivos, ETA retoma la vieja fórmula de trasladar al Estado la carga del alto el fuego, mientras busca en el extranjero una caja de resonancia para sus pretensiones»
«Este es el momento de acabar definitivamente con ETA por medios policiales y judiciales (..) No caben más ‘tomas de temperatura’ con los terroristas ni más contemplaciones con mediadores internacionales que confunden el terrorismo de ETA con un conflicto balcánico»
«Cuando ETA quiera dejar definitivamente la violencia no tendrá más que entregar sus arsenales (..) y pedir perdón a las víctimas y entregarse a la Justicia. Cualquier otra opción es inútil, y el Gobierno debe rechazarla».
EL CORREO: «si el comunicado elude responder directamente al tímido emplazamiento realizado al unísono por la izquierda abertzale y Eusko Alkartasuna para que procediera a declarar un alto el fuego permanente, más evidente resulta que la banda continúa empeñándose en desoír las exigencias democráticas».
«Las voces más condescendientes con esa marcha hacia una izquierda abertzale desarmada, y los voluntarios de la intermediación como Brian Currin o Gerry Adams, tienden a describir lo que vendrá como una sucesión concatenada de pasos; de modo que el que ETA dio ayer debería ser recibido con alborozo como preludio de otro aún más esperanzador. Es la interpretación voluntarista e interesada a la que recurrió Eusko Alkartasuna al concluir que el vídeo es ‘un primer paso’ hacia una ‘tregua verificable’. La dilación del final del terrorismo constituye, por sí misma, una realidad hiriente para quienes más han padecido y padecen su acoso de años».
«(El comunicado) trata de transferir a la sociedad democrática la responsabilidad última del final del terrorismo. Algo a lo que las instituciones sólo pueden replicar insistiendo en que siguen comprometidas en acabar con la violencia etarra, negándose a enterrar la verdad del mal causado por ETA en aras a una concordia envilecida por el olvido».
LA VANGUARDIA: «Resulta evidente que ETA no tiene otra solución que la renuncia expresa a la violencia y la entrega de armas (..) En estas condiciones de debilidad, tanto en lo que se refiere al rechazo de la mayoría de la sociedad vasca como a la posibilidad de mantener una estructura mínimamente eficiente, se presagiaba que tarde o temprano terminara por renunciar a la violencia, única condición para el diálogo. Esa condición no se ha dado todavía»
«La experiencia dicta que no se deben lanzar las campanas al vuelo, sino mantenerse firmes hasta el objetivo final, que es la paz».