Estoy empezando a creer que cuando los partidos llegan al gobierno no importa si son de derechas o de izquierdas, hacen todo lo posible, no solo por mantenerse si no por mantener a todo costo las condiciones de clase política aunque esto suponga ir contra el ciudadano. En España, nos lo demostró Zapatero, y el ejemplo antítesis es el de Italia. La maravillosa manovra italiana de Berlusconi, con la que no se reforma el sistema fiscal, promesa electroral de Silvio desde la pasada legislatura, si no que se ataca directamente el bolsillo del ciudadano, y mientras los políticos tan campantes.
La dichosa manovra, podría haber sido sustituida por una reforma electoral en la que se mengüase el número excesivo de parlamentarios, en las que se redujesen los sueldos de éstos, la incompatibilidad de cargos políticos y los privilegios absurdos como los vuelos en primera clase o los autos de lujo. Pero todo esto no parecía razonable a la casta política, como nunca le pareció razonable a nuestro zapatero, porque es más fácil meterse en los bolsillos de los ciudadanos a los que no les queda más remedio que pagar.
Así son nuestros políticos, y lo de apretarse el cinturón y seguir la austeridad no es más que un «dame más para yo vivir mejor»