Italia, Berlusconi expirando y una España que se le parece

En Italia, las elecciones regionales y locales se han cerrado. Tras un recuento de los votos más propio de un país no europeo, las verdades han salido a la luz, y aunque el sistema político es sustancialmente diferente, y las segundas vueltas son una necesidad, lo cierto es que la idea de Berlusconi, de plantearlas como las nacionales, o el aviso a éstas no ha sido una buena idea, sino todo lo contrario. Es más, los electores ya se lo han tomado como algo personal.

Con un sistema deteriorado, con una política que ya no funciona, con cientos de problemas internos, y con Berlusconi y sus chistes fáciles con poca pinta de querer convertir al país en lo que sería futuro, los italianos han decidido. Y vaya si lo han hecho bine. Las cuatro grandes ciudades que elegían alcaldes, y que por lo general votaban a la derecha, o sea, Berlusconi, se han pasado al otro bando. Hablamos de Milán, Turín, Bologna y Napolés.

Y claro, echando un ojo a Italia, me da la sensación de que aquí existe algo parecido. De que se han empeñado muchos en hacernos ver estos comicios electorales como un preaviso a, y claro ante preavisos, y con mucho cansancio y en muchos casos desilusión, ya se sabe que el ciudadano por lo general castiga en las urnas.